
Debilidad
La debilidad se refiere a la pérdida de la fuerza muscular. Es decir, la persona afectada no puede mover un músculo normalmente a pesar de intentarlo con todas sus fuerzas. Sin embargo, el término a menudo se utiliza de forma incorrecta. Muchas pesonas con fuerza muscular normal dicen que se sienten débiles cuando el problema es la fatiga o cuando su movilidad está limitada debido a dolor o rigidez de las articulaciones. La debilidad muscular puede ser un síntoma de una disfunción neurológica.
Es importante que la persona pueda concretar al médico cuándo comenzó a sentir la debilidad muscular y qué circunstancias acompañan a este síntoma. La duración del mismo puede ser un dato importante para descartar algunas enfermedades asociadas a él.

Causas
La debilidad muscular puede deberse a varias causas, que van desde una mala alimentación, infecciones, inflamaciones nerviosas y musculares, pasando por un ataque cerebral, hasta enfermedades musculares congénitas(distrofias musculares) y enfermedades físicas. Además, la intensidad también varía desde la ligera debilidad hasta la parálisis. Estos son algunos ejemplos de las múltiples causas de debilidad muscular:
- Inflamación muscular (miositis)
- Sobrecarga muscular y lesiones musculares (desde las agujetas hasta el desgarro de fibras musculares). Se produce cuando hay un desgaste físico superior a la capacidad de recuperación del cuerpo. También en caso de lesiones en los músculos de diferente tipo o etiología.
- Mala alimentación (falta de vitaminas y minerales, como el magnesio). Cuando la alimentación no es saludable y no está equilibrada se puede producir un déficit de algunos nutrientes fundamentales que afectan a la fuerza muscular.
- Anemia.
- Daños musculares o nerviosos causados por sustancias tóxicas. Algunas sustancias tóxicas también resultan nocivas para la fuerza muscular pues interfieren en la transmisión del impulso nervioso.
- Alcoholismo (miopatía por alcoholismo).
- Infecciones generales (por ejemplo, gripe). Algunas enfermedades comunes cursan entre sus síntomas con debilidad muscular.
- Enfermedades metabólicas (por ejemplo, hipotiroidismo).
- Trastornos circulatorios y trombosis.
- Escasez de movimiento prolongada (por ejemplo, por posición de reposo durante un largo periodo de tiempo o por llevar una escayola terapéutica). Cuanto más prolongado sea el periodo de reposo, más posibilidades hay de que la persona experimente miastenia y de que esta debilidad muscular sea más acusada.
- Distrofias musculares (enfermedades de Duchenne y Becker-Kiener). La debilidad muscular es una de las manifestaciones características de algunas distrofias musculares.
- Polineuropatías (por ejemplo, en el caso de la diabetes mellitus).