
Dolor Cervical
La columna cervical se caracteriza por ser muy flexible y permitir mayor movilidad que cualquier otra zona de la columna vertebral. Por ello, es frecuente asiento de dolor, ocupando el segundo lugar después de la parte inferior de la espalda. A veces se trata de un dolor localizado en el cuello mismo y otras es un dolor que se extiende a los brazos, a la cabeza o a la espalda. Se puede sentir hormigueo y adormecimiento en los dedos de la mano, dolor en la nuca o notar mareo y náuseas.
El dolor cervical puede ser el resultado de anomalías en las partes blandas, músculos, ligamentos, discos y nervios, así como en las vértebras y sus articulaciones. La causa más común de dolor cervical son las lesiones de las partes blandas, debidas a traumatismos o deterioro progresivo.

Causas del Dolor Cervical
El dolor Cervical puede deberse a causas distintas, no siempre relacionadas con el cuello en sí mismo. Lo más habitual es que aparezca como consecuencia de tensión muscular (que puede tener una naturaleza aguda o crónica) en la parte baja del cuello y en la región superior de la espalda, o bien en otras áreas del cuerpo funcional y estructuralmente asociadas con estas.
Las tres articulaciones superiores del cuello son una de las localizaciones habituales de este tipo de lesión, puesto que se trata de las más relevantes en los movimientos del cuello y de la cabeza y les sirven de soporte.
Tratamiento al Dolor Cervical
El tratamiento fisioterapéutico ayuda en el control y tratamiento de las molestias cervicales. Favorece la relajación de los músculos y mejora la movilidad cervical. Para conseguir ese propósito, se recurre a la realización de masajes en el cuello junto a terapias locales que proporcionan calor. También se pueden realizar duchas con agua a la mayor presión y temperatura que tolere, todos los días al levantarse, sobre región de cuello y hombros durante 10-15 minutos seguido de movimientos de flexo extensión y lateralización del cuello durante otros 10-15 minutos Como medidas de higiene postural se recomienda sentarse en sillas con respaldo vertical y evitar levantar pesos. También es útil la aplicación de calor local seco, mediante la colocación de una almohadilla eléctrica, si se precisa a lo largo del día por dolor.